Amy estaba en el hospital. Ya habían pasado tres días desde lo ocurrido. Estaba mirando a Skygge, con lágrimas en los ojos. Le cogió de la mano y le susurró.
-Te quiero.-Dijo mientras cerraba los ojos y dejaba caer las lágrimas.
Posó sus labios en los de Skygge, se separó un instante de él y vio como abría los ojos. Amy sentía ganas de gritar.
-Amy...
-¡Skygge! ¡Te has despertado!-Dijo abrazándole.
-¿Qué ha pasado?
-Te dispararon, llevas tres días en coma.
-Estás... ¿llorando?
-Lágrimas de alegría.
-¿Cuánto tiempo llevas aquí?
-Tres días.
-¿Has pasado las noches aquí?
-Sí. Estaba muy preocupada.
-Gracias por quedarte conmigo.
-No es nada.
Amy llamó a la enfermera. Le dijeron que debía estar un día mas en observación y al día siguiente le darían el alta.
[Al día siguiente]
-Gracias de nuevo por haber estado conmigo.
-No es nada.
-Amy, no quiero volver a ponerte en peligro, por eso... quiero que nos mudemos a Italia.
-¿Y que pasa con Iluna y Claire?
-Podríamos venir a visitarles.
-¿Y mi trabajo?
-Ya pensaremos en algo. Quiero ponerte a salvo.
-Bueno, vale.
[Un mes después]
Skygge y Amy habían comprado un pequeño apartamento en el sur de Italia. Todos los amaneceres, paseaban juntos cogidos de la mano por la playa.
-Skygge.
-Dime.
-Te quiero.
-Y yo.-Dijo besándola.
Su cuento de hadas había tenido un final feliz.
En cuanto a Iluna y Claire, habían tenido una niña preciosa llamada Melany. Siempre que Skygge y Amy pudieran, les visitaban.
Para amar, no hace falta dos seres iguales en todos. Dos personas diferentes, se pueden amar por muy diferentes que sean.
FIN
Skygge estaba destrozado, miraba fijamente a Amy, su jefe estaba delante, sin pensárselo dos veces, disparó...
[Tres horas antes]
Skygge estaba en su oficina, pensativo. Su jefe, entró como un loco con una nueva foto.
-Agente Skygge. Nos han informado de una agente del cuerpo de policía de la que se tiene que encargar. Es una molestia para las bandas callejeras.
-¿Nombre?
-Amy, Amy White.-Dijo mostrándole la foto.
-...
-¿Ocurre algo?
-No, nada señor... Me pondré a ello en seguida.
El jefe de Skygge salió por la puerta dejándole la foto de Amy en el escritorio de Skygge.
Skygge estaba destrozado. Sabía que si no mataba a Amy, pagaría las consecuencias, unas consecuencias muy caras...
Decidió idear un plan. Salió corriendo hacia la casa de Amy. La puerta estaba abierta. Entró y la abrazó con fuerza.
-Hola. ¿No estabas trabajando?
-Sí pero, no hay tiempo. Tengo que contarte algo.
-Dime.
-¿Recuerdas que Iluna y yo te dijimos que éramos mecánicos?
-Sí.
-Pues, no era así. Trabajamos en una agencia, una especie de mafia. Matamos a personas que nos deben algo o son un estorbo para nosotros.
-Dios mío... De todas las personas del mundo, tenías que ser tú.
-Lo siento tanto...
-¿Por qué me cuentas esto?
-Porque, la siguiente víctima quieren que seas tú.
-¡¿Yo?! ¿Qué les he hecho?
-Eres un estorbo para ellos.
-...¿Me vais a matar?
-Tengo un plan. Hay un avión a las 8:00 PM con rumbo a Alemania. Allí estarás a salvo. Tengo un amigo allí, se llama Bruno Gold.
-No quiero salir del país.
-Amy, es lo mejor... Ve haciendo las maletas...
Skygge se fue de allí y volvió al trabajo. No se dio cuenta de que Amy le estaba siguiendo.
Skygge, vio a su jefe en un callejón solo, se acercó a él. Amy estaba a un lado espiando.
-¿Has matado a la poli esa ya?
-Eh... No.
-Espera, me ha parecido ver a alguien.
Se acercó a donde estaba Amy. La vio. La cogió por el cuello y la agarró poniéndola frente a Skygge.
-Parece ser que ella ha venido a nosotros.
-Suéltame.
-Skygge. ¿Llevas la pistola encima?
-Sí, señor...
-¿A qué esperas?
-...
[...]
Skygge estaba destrozado, miraba fijamente a Amy, su jefe estaba delante, sin pensárselo dos veces, disparó...
El jefe de Skygge cayó desplomado en el suelo. Un compañero de Skygge, pasaba por allí y vio la escena.
Sacó un arma y apuntó a Amy. Skygge la empujó bruscamente hacia un lado recibiendo el el balazo.
Skygge cayó en el suelo. Le habían disparado en el estómago. Su compañero salió corriendo.
Amy se acercó al cuerpo de Skygge llorando. Rápidamente llamó a una ambulancia.
No pudieron hacer nada por el jefe de Skygge. Sin embargo, transladaron a Skygge al hospital. Estaba en coma.
Amy le hacía compañía día y noche. Los médicos le decían que tal vez no despertase nunca. Pero, ella no perdía la esperanza.
Continuará
Claire e Iluna, habían quedado con Skygge en un café. Claire, traía unas pruebas que demostraban la inocencia de Amy.
Skygge entró al café. Iluna le hizo señales para que viese donde estaban.
Se sentó junto a ellos.
Claire le mostró la fecha de la foto a Skygge.
-Este día, Skygge. Amy y yo estuvimos de compras toda la mañana. Luego, la acompañé hasta su casa y me fui.
-No... ¿no es Amy?
-Que no.
-Mira, aquí están los tickets que lo demuestran. Amy es inocente.
-He sido un tonto.
-Ya lo sabíamos, es una alegría enorme que lo reconocieses.
-Calla. Voy a recuperar a Amy.
Skygge salió corriendo de allí en dirección a la casa de Amy.
Llamó al timbre. Amy estaba en un sofá llorando.
-¿Qué quieres?
-He sido un idiota, Amy. Esa no eras tú.
-Gracias por darte cuenta.
-Perdóname por no creerte.
-Te perdono, pero me ha dolido que no te fiases de mi.
-Lo siento, Amy. Te parecías bastante a ella.
-Siento que no hay confianza en nuestra relación.
-Amy, después de esto, confío en ti.
-Recuperar la confianza lleva tiempo.
-¿Volvemos juntos?
-Me lo tendría que pensar.
-Cuando lo pienses, llámame...
Skygge salió de allí apenado. No sabía que iba a pasar.
[...]
Amy quería estar con Skygge pero, una relación sin confianza es algo como, un caramelo sin azúcar.
Hasta que Skygge no aprendiese a confiar en ella, esa relación no tenía futuro.
Pasaban los días, Skygge había logrado conseguir que Amy confiase un poco en él.
Todo había vuelto a la normalidad, estaban juntos de nuevo.
Zoe, se había mudado a París. Quería empezar una nueva vida, aún seguía mandandole cartas de amor.
Claire e Iluna se habían mudado a un pequeño apartamento a vivir juntos.
Pero, alguien acabaría con toda esa paz...
Continuará
[Dos días después...]
Skygge, estaba con Claire e Iluna en la casa de Claire.
Les había explicado detalladamente lo de la foto y la carta anónima.
-Skygge, ésta no es Amy.
-Ya sé que no es fácil de creer, pero es ella.
-Jamás te haría algo así.
-Hazle caso a Claire.
-No.
-Deberías dejar atrás tus paranoías y creerla.
-Aquí os dejo la foto, para que la veáis mejor.-Dijo ignorando lo que había dicho Iluna.-Adiós.
Iluna y Claire se quedaron solos.
-Aquí hay algo que no encaja.-Dijo Claire mirando la foto.
-Es verdad, no se parece a Amy.
-A parte de eso. Mira esto, la foto tiene una fecha por detrás.
-¿Qué dice?
-22/06/12.
-Exactamente, hace dos días.
-Sí pero, hace dos días, Amy y yo estuvimos de compras. Tengo tickets por ahí que lo demuestran.
-Entonces, esto quiere decir que, esa no es Amy.
-Han engañado a Skygge.
-¿Quién puede haber hecho algo así?
-¿Tú que crees?
-¿Zoe?
-Tal vez.
[...]
Amy sentía un vacío en su interior. No dejaba de llorar. Ella sabía perfectamente que le había sido fiel a Skygge.
Ella sabía perfectamente quién le estaba haciendo esto. Zoe, sabía que la odiaba y que le guardaba rencor.
Para Amy, hacer las cosas sin Skygge a su lado era como una noche sin estrellas. Sentía que faltaba algo. Evitaba salir de casa para no encontrarse con nadie.
Un día, Amy tuvo que salir a comprar algo de comida para rellenar su nevera. Salió algo asustada a la calle.
Iba distraída cuando, topó con alguien.
-Disculpe... ¡Eh! ¡Eres tú!
-Así es, Amy White.
-Tú le has mandado la nota a Skygge.
-Sí, y quiero que sepas que está saliendo conmigo de nuevo. Quiere olvidarte por todo lo que le estás haciendo.
-Mientes.-Dijo Amy casi sin aliento.
-¿Por qué iba a mentirte?-Dijo con una sonrisa victoriosa.
Amy salió corriendo de allí. Ella no sabía que creer. Su cabeza se llenó de preguntas.
¿Tan pronto había logrado olvidarla? ¿Zoe diría la verdad? ¿Sería hora de superarlo y encontrar alguien nuevo a quien amar?
¿Skygge había cambiado a Amy por Zoe? ¿Su cuento de hadas acabaría con un final triste? Amy pensaba que Skygge estaría genial con Zoe.
Pensaba que ni la recordaría pero, aún así, le quería.
[...]
Skygge se sentía dolido por lo que pensaba que Amy había hecho. Pero a pesar de todo, seguía enamorado de ella.
Continuará
[Un mes después...]
Zoe Young no podía lograr olvidar a Skygge. Había llegado a sus oídos que estaba saliendo con Amy White. Eso la puso muy furiosa.
Zoe, estaba en un café. Con una amiga y un amigo. Su amiga tenía los cabellos color castaños y largos, algo parecidos a los de Amy, y su amigo era rubio con el pelo corto.
-Chicos. Ya os he hablado de Skygge. Ahora os voy a contar mi plan.-Dijo mientras removía con una cucharilla el café que había pedido.
-A ver. ¿Qué es, Zoe?
-Daniela, tu pelo es muy parecido al de Amy White, la novia de Skygge.
-¿En serio?
-Sí. Por lo que he ideado un plan. Tú y Tomas tendréis que estar en el parque. Abrazados en un banco. Y yo os sacaré una foto, haciéndole creer a Skygge que tú eres Amy engañándole con otro.
-Un plan perfecto pero, se dará cuenta de que no es Amy.
-No te preocupes. Pondré la foto un poco borrosa, pero haciendo notar el inconfundible pelo de Amy.
-Brillante.
-Lo sé. Vamos a acabar el café y a hacer la foto.
Zoe y sus amigos acabaron el café y se dirigieron al parque. La imitadora de Amy puso una pose romántica con su supuesto amante.
Zoe sacó la foto en perfectas condiciones.
-Me voy a casa, a retocar esta foto. Gracias por la ayuda.
-De nada. Nos vemos, Zoe.
-Suerte con el plan.
Zoe se dirigió a su casa. Encendió su portátil y conectó un extremo de un cable en la cámara y el otro en el portátil.
Abrió el programa Photoshop. Emborronó un poco las caras de los dos pero, no demasiado para que se notase la pose romántica. Pulsó en guardar cambios e imprimió la foto.
La metió en un sobre, que decía Skygge. Y, escribió una pequeña nota.
Skygge
Esto es lo que hace tu novia
cuando tú no estas.
La metió junto a la foto. Se dirigió a casa de Skygge. Vestida con un abrigo y unas gafas de sol para no ser reconocida. Metió el sobre en su buzón y salió corriendo de allí.
[...]
Skygge volvía del trabajo cansado. Sacó las llaves de su bolsillo. Miró hacia un lado y se dio cuenta de que había una carta con su nombre. La abrió extrañado.
Cuando vio la foto casi le da un ataque. Leyó la nota anónima. No sabía quién podría habérsela mandado.
No se podía creer que Amy había estado jugando con él. Le había hecho mucho daño y quería seguir haciéndolo. No se lo pensó dos veces, quería dejar de sufrir así que lo mejor, era dejar a Amy.
La llamó.
-Hola, Skygge. ¿Pasa algo?
-Sí. Necesito hablar contigo, es urgente.
-Vale, te espero en mi casa.
Skygge cogió la foto y la nota. Se dirigió rápidamente a casa de Amy. Tocó el timbre. Amy le hizo pasar.
-¿Qué ocurre?
-Ah. ¿Qué no lo sabes? Te he descubierto, Amy White.
-¿Qué?
-Sé que estás con otro hombre.
-Eso no es cierto. Yo sólo te quiero a ti.
-Y... ¿Cómo explicas esto?-Dijo mostrándole la foto.
Amy miró detalladamente la foto.
-Esa no soy yo.
-Claro, claro. Amy, ¿no ves el pelo castaño y largo?
-Hay muchas chicas así.
-Ya pero, pocas cartas así.-Dijo mostrándole la nota anónima.
Amy la leyó rápidamente.
-Te juro que no soy esa.
-Ya. Te he pillado con las manos en la masa, Amy. Hemos terminado.
Esas últimas palabras hicieron llorar a Amy. Skygge salió furioso por la puerta.
Continuará
Amy se había pasado toda la noche en vela, pensando cómo decírselo a Skygge.
Amanecía lentamente. Amy se levantó, se estiró y bajó a desayunar. Se preparó unos cereales con leche y un zumo de naranja.
Se vistió con una blusa de manga corta violeta y un pantalón corto.
Llamó a Skygge.
-Hola, Skygge.
-Hola, Amy.-Dijo algo dormido.
-¿Te he despertado?
-No...
-Ah, vale. ¿Puedes pasarte por mi casa?
-¿Ahora?
-Si te viene bien...
-Me visto y vengo.
-Vale, nos vemos.
Amy colgó el teléfono. Hizo algunas tareas en la casa.
En 10 minutos llegó Skygge. Amy le abrió la puerta.
-Hola.
-Buenos días...
Amy vio la cara de dormido que tenía Skygge. No pudo evitar reír un poco. A él no le molestó. Le hizo pasar y se sentaron en el sofá de Amy.
-¿Querías algo?
-Algo así...
-Dime.
-¿Recuerdas cuando te dije que te quería?
-Sí.
-Pues... he tomado una decisión.
-¿Cuál?-Preguntó algo asustado.
-Quiero estar contig...
Skygge no la dejó terminar y la besó. Amy se sentía feliz, había tomado la decisión correcta.
-¿Estamos saliendo?
-Si quieres...
-¿Cómo no voy a querer?-Dijo volviéndola a besar.
Amy se convirtió en el mundo de Skygge. Para sí mismo juró que la haría feliz y no la haría sufrir nunca.
-Yo me tengo que ir ya.
-Quédate conmigo un rato más.-Dijo Amy poniendo una cara tierna.
-Bueno, vale...
Vieron la televisión juntos. Skygge y Amy estaban abrazados.
Amy sentía que podía olvidar a John.
Continuará
Ya había pasado un mes. Volvían a estar en Chicago.
Skygge le había pedido salir a Amy pero ella, le hacía esperar. Quería olvidar a John, pero era casi imposible lograr eso. Claire e Iluna le habían dicho que Skygge se hartaría de esperarla.
[...]
Skygge se sentía muy deprimido. Sabía que Amy le quería pero, había un pequeño inconveniente, John. Para Skygge siempre, había sido un estorbo.
Por otra parte, nadie se había enterado de que Skygge le había contado a Amy que él había matado a John.
Iluna, había prometido callarse ese secreto. Tal vez algún día Amy podría perdonarle de corazón.
Pero, también, Skygge se había encontrado numerosas veces con Zoe. Seguramente ella le seguía para vigilar con quién estaba.
A Skygge le molestaba bastante que Zoe le vigilase tan descaradamente.
Un día, Iluna y Skygge estaban en el parque. Sentados en un banco. Esperando a Claire y a Amy.
Para su sorpresa, Zoe pasaba por allí. Se le veía en la cara que les estaba siguiendo.
Se acercó a Skygge sin más. Skygge trató de apartarla pero, no podía. Por mucho que se la quitase de encima volvía.
[...]
Amy y Claire, iban en dirección al parque. Cuando llegaron algo dejó pasmadas a Amy y Claire. Zoe, estaba encima de Skygge tratando de besarle.
Skygge vio la cara de Amy. Amy les miró y salió corriendo de allí.
Se sentó en un banco de la plaza a llorar. Algunos la miraban pero, ella no hacía caso. Su teléfono sonó. Era Skygge y pulsó ignorar llamada.
Volvieron a llamar, era Claire.
-Dime...-Dijo entre lágrimas.
-Amy... ¿Dónde estás?
-En la plaza...
-Voy para allá.
-Vente tú sola.
-Ehh... Claro, claro.-Dijo Claire haciendo un gesto para que Skygge e Iluna les siguiesen.
-Nos vemos ahora.
-Adiós.
Claire no tardó mucho en llegar. Amy vio que Claire venía acompañada y se dispuso a irse.
-¡Amy! Espera por favor.
-¿Para qué? ¿Para compararme con Zoe?
-Amy, no lo entiendes. Ella se abalanzó sobre mí. Me pilló desprevenido.
-... Mentira.
-Dice la verdad. ¿Por qué iba a mentirte?
-Para hacerme daño.
-¿De verdad que Skygge te haría daño?
-...
-Iros un momento, voy a hablar a solas con Amy.
-Estaremos en aquel banco de enfrente. Vamos, Skygge.
Claire se sentó junto a Amy, entregándole un pañuelo para secar sus lágrimas.
-Amy, Skygge no te haría daño. Eres lo que más quiere en el mundo.
-Tienes razón...
-¿Ves? Vamos con los chicos.
-Espera... He estado pensando la proposición de Skygge.
-¿Qué le vas a decir?
-¿Tú que crees?
Continuará